WASHINGTON (AP) — El presidente Barack Obama ha presionado al Congreso para que le envíe antes de dos semanas un proyecto de ley que modifique las normas aplicables a las tarjetas de crédito, por creer que la industria bancaria ha cometido abusos graves en ese sector.
«Los estadounidenses saben que tienen la responsabilidad de vivir según sus medios y pagar lo que deben», dijo Obama el sábado en su alocución radial semanal y por internet.
«Empero, tienen también derecho a no ser atracados por la súbita alza de los intereses, penalizaciones injustas y tasas ocultas que ahora son algo excesivamente común», agregó.
Obama ha pedido insistentemente un proyecto de ley que reforme esas prácticas crediticias, por considerarlas especialmente nocivas para los consumidores. El proyecto fue aprobado ya por la Cámara de Representantes y aguarda su aprobación en el Senado.
«Pido al Congreso … que apruebe una reforma de las tarjetas de crédito que proteja a los consumidores a fin de que pueda promulgarla para el Día de los Caídos en Guerras» (el último lunes de mayo), dijo el presidente.
«No hay tiempo que perder. Necesitamos un flujo del crédito duradero y exitoso en nuestra economía, pero no podemos tolerar beneficios que dependen de engañar a las familias trabajadoras. Esos días se han acabado», añadió.
Empero, no hay certeza de que el Congreso envíe a la Casa Blanca el proyecto solicitado antes de fin de mes.
El sector bancario se opone diametralmente a la reforma. Sus ejecutivos sostienen que las nuevas restricciones podrían perjudicar a los consumidores, ya que endurecerían el crédito o situarlo fuera del alcance de muchos usuarios.
Agregan además que las nuevas normas decretadas ya por la Reserva Federal, que entrarán en vigencia el año próximo, atienden muchas de las normas protectoras de los consumidores mencionadas por el presidente y los miembros del Congreso.
Los partidarios de la reforma se apoyan en el enojo del público ante los excesos corporativos y los miles de millones de dólares del erario transferidos a muchas empresas para evitar su bancarrota.
El proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes por votación de 357-70. Prohibe el aumento retroactivo de los intereses e impide a los bancos otorgar tarjetas de crédito a menores de 18 años.
De ser aprobada la reforma, no entrará en vigencia sino hasta dentro de un año, salvo la norma de que los usuarios reciban un aviso de 45 días antes de que se les aumenten los intereses de sus tarjetas. Esa norma entraría en vigencia en 90 días.
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