Por GLEN JOHNSON y PHILIP ELLIOTT
CHILMARK, Massachusetts, EE.UU. — El presidente Barack Obama rindió un sentido homenaje el miércoles al senador Edward M. Kennedy, a quien llamó colega, consejero y amigo, y una «figura singular» en el panorama político estadounidense.
«Aunque sabíamos que este día era inminente, lo aguardábamos con no poco temor», dijo Obama. «Para su familia, era un guardían. Para Estados Unidos, era el defensor de un sueño».
Obama se presentó sin saco ni corbata en una tribuna improvisada frente a la casa alquilada en la isla Martha’s Vineyard donde pasa unas vacaciones, para pronunciar unas breves palabras que se vieron demoradas varias veces mientras las pulía con sus colaboradores.
Un colaborador lo despertó poco después de las 2 de la madrugada para informarle de la muerte de Kennedy. El presidente habló con la viuda del senador, Victoria, unos 20 minutos después, y ordenó que las banderas ondearan a media asta en todas las instalaciones federales.
El senador por Massachusetts murió el martes por la noche en su casa de Cape Cod, Massachusetts, después de una batalla de un año con el cáncer cerebral. Tenía 77 años.
«Su lucha nos ha dado la oportunidad que se nos negó cuando nos quitaron a sus hermanos John y Robert: la bendición del tiempo para decir gracias y adiós», dijo Obama.
Los colaboradores dijeron que Obama piensa asistir a los funerales de Kennedy, pero dejará que la familia anuncie los detalles. Añadieron que el presidente hablará sobre su ex colega en el Senado, cuyo apoyo resultó crucial durante las elecciones primarias demócratas.
Este fue quizá el obsequio mayor que Kennedy pudo hacerle a Obama. Kennedy y su sobrina Caroline —hija de John F. Kennedy— remecieron la estructura demócrata en enero de 2008 al dar su apoyo a Obama contra Hillary Rodham Clinton en un momento crucial de las primarias. Kennedy entusiasmó a la base demócrata al comparar al joven senador por Illinois con el ex presidente John F. Kennedy.
Luego, y a pesar de sus problemas de salud, Kennedy asistió a la convención nacional demócrata en Denver donde pronunció un fogoso discurso a favor de Obama. También estuvo presente durante su juramentación, y en una votación crucial en el Senado.
«Valoré enormemente su confianza y su apoyo fundamental en mi campaña por la presidencia», dijo Obama previamente en una declaración escrita.