Por CHARLES BABINGTON
L’AQUILA, Italia — La recuperación duradera de la economía mundial «todavía está lejos», declaró el viernes el presidente estadounidense Barack Obama, pero también afirmó a la conclusión de una cumbre de líderes mundiales que al parecer se ha evitado un colapso económico potencialmente desastroso.
Al término de la reunión del Grupo de los Ocho de las principales potencias económicas, Obama dijo que los líderes mundiales han tomado medidas significativas para encarar las cuestiones globales de la economía, el ambiente y la seguridad.
Rechazó insinuaciones de que la cumbre no estuvo a la altura de lo esperado al no reclamar medidas enérgicas contra Irán por su represión de los partidarios de la democracia tras una disputada elección presidencial.
«Lo que queríamos es exactamente lo que logramos: una declaración de unidad y enérgica condena», dijo Obama en una conferencia de prensa. Agregó que la declaración de los líderes fue todavía más significativa debido a que incluyó Rusia, «que no formula a la ligera declaraciones como ésta».
El presidente de Estados Unidos agregó que los líderes mundiales reevaluarán su posición frente a Irán en una reunión en Pittsburgh en septiembre de las 20 principales naciones industriales y economías en desarrollo.
Obama dijo a la prensa que los líderes «siguen seriamente preocupados por los terribles acontecimientos en la elección presidencial iraní» y agregó que el mundo observará «el progreso» de Irán y su comportamiento.
Los líderes del Grupo de los Ocho —Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos— dejaron en claro que Irán, para ocupar «su lugar» en el mundo, debe adherir a las normas internacionales y comportarse de manera responsable, dijo Obama.
El presidente estadounidense, que lleva seis meses en el cargo, se mostró partidario de dinamizar las cumbres —G-8, G-20 y OTAN— y asistir a menos de esas reuniones. Agregó que también las Naciones Unidas necesitan una reforma pero que las cumbres internacionales llenan un vacío causado por una estructura de la ONU que no ejerce su poder con la efectividad que merece.
