«Palo» en Derby de Kentucky. Triunfo milagroso de Mine That Bird.

Las apuestas estaban 50-1. contra Mine That Bird!

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LOUISVILLE, Kentucky, EE.UU. (AP) — El potro Mine That Bird realizó un milagro al sorprender a sus rivales y ganar el Derby de Kentucky el sábado con una acometida dinámica en la pista lodosa de Churchill Downs.

El tresañero castrado y el jockey Calvin Borel, que estaban abajo en las apuestas por 50-1, encontraron espacio para colarse en el carril interior y llevarse la victoria con una enorme ventaja de seis cuerpos y tres cuartos en una de las más grandes sorpresas en los 135 años de historia del derby.

Borel y Mine That Bird ganaron con el margen más amplio en el derby desde que Assault venció por ocho cuerpos en 1946. Barbaro se impuso en el 2006 por seis cuerpos y medio.

El triunfo fue el segundo en el derby en tres años para Borel, que acometió en forma similar cuando subió el podio del ganador con Street Sense en el 2007.

«Calvin ejecutó un trabajo soberbio», dijo el entrenador ganador, Chip Woolley. «No puedo decir gran cosa sobre cómo se nos dieron las cosas. Calvin escoge un espacio, todo encaja bien».

Además, Mine That Bird siguió el ejemplo de Giacomo, quien ganó en el 2005, al convertirse en uno de los menos esperados ganadores en la Carrera para las Rosas.

El hijo de Birdstone recorrió la distancia de una milla y un cuarto en 2:02,66 minutos y pagó 103,20 dólares por apuesta ganadora, la segunda mayor cantidad en la historia del derby después de los 184,90 de Donerail en 1913.

Pioneerof the Nile se sobrepuso a Musket Man para tomar el segundo lugar, pero ningún ejemplar pudo seguirle el paso al modesto potro de Nuevo México que también se alzó como el noveno castrado que gana el Derby y el segundo en los últimos 80 años. Funny Cide venció en el 2003.

Friesan Fire, quien se convirtió en favorito luego de que I Want Revenge se lastimó por la mañana, terminó muy lejos en el lugar 18 entre los 19 competidores.

Borel agitó el brazo derecho en señal de triunfo al cruzar la meta, y Woolley levantó con dificultad el trofeo. El entrenador, de Nuevo México, se fracturó la pierna derecha en un accidente con una motocicleta hace unos meses y manejó durante 21 horas el vehículo con su potro estelar hasta Churchill Downs.

«Ahora sabrán quién soy», dijo Woolley, ataviado con su enorme sobre vaquero negro.

El ejemplar General Quarters, que había despertado la posibilidad de dar la sorpresa, terminó en el 10mo sitio.

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