Protestas masivas en Irán tras orden de investigar elecciones

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Por ANNA JOHNSON y ALI AKBAR DAREINI

TEHERAN — En desafío a una orden del gobierno, más de 100.000 manifestantes opositores al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad salieron el lunes a las calles de Teherán para apoyar al candidato proreformista Mir Hossein Mousavi en su primera aparición pública tras unas elecciones presidenciales que aseguran fueron fraudulentas.

Uno de los manifestantes murió cuando hombres armados dispararon contra la multitud desde el predio de una milicia progubernamental.

La manifestación, engrosada por gente que salía de los edificios y calles laterales, sucedió horas después de que el líder supremo de Irán ordenara una investigación de las acusaciones de fraude.

Efectivos de fuerzas de seguridad armados con escudos y garrotes observaban la protesta en silencio.

Sin embargo, un fotógrafo de Associated Press vio a una persona muerta por los disparos y a varias más que parecían tener heridas graves en la plaza Azadi (Libertad) de Teherán. Los disparos salieron del predio de una milicia voluntaria que tiene vínculos con la poderosa Guardia Revolucionaria.

Los manifestantes coreaban consignas a favor de Mousavi y muchos vestían el verde característico de su campaña electoral. La multitud tenía unos nueve kilómetros (más de cinco millas) de largo y, con base en otras manifestaciones en esa zona, se estimaba que participaron cientos de miles de personas.

Mousavi se detuvo al borde de la plaza, sitio del primer discurso del presidente tras la elección, para dirigirse a la multitud. «Larga vida a Mousavi», bramó la gente como respuesta.

«Esto no es una elección, es una selección», decía una pancarta en inglés. Algunos manifestantes llevaban carteles que decían «Queremos nuestro voto» y levantaban dos dedos en señal de victoria.

«Queremos a nuestro presidente, no al que nos impusieron», dijo Sara, de 28 años, quien sólo dio su primer nombre por temor a represalias de las autoridades.

El ayatolá Ali Khamenei ordenó más temprano al poderoso Consejo Guardián que investigue las acusaciones de fraude electoral, pero no era seguro que la decisión de la figura más poderosa de Irán —que antes había elogiado el resultado electoral— dejaría satisfechos a quienes protestan contra la reelección de Ahmadinejad ni calmaría los disturbios que por tres días han dejado partes de Teherán marcadas por incendios y escaparates rotos.

El consejo, de 12 miembros entre clérigos y expertos en leyes islámicas, debe certificar los resultados electorales y tiene el poder de declarar los comicios nulos, pero ésta sería una decisión sin precedentes. En 2005, el cuerpo —cercano aliado del ayatolá— recibió denuncias de irregularidades tras la victoria sorpresiva de Ahmadinejad pero el resultado de la investigación nunca se anunció.

Es más probable que la intervención de Khamenei sea un intento de calmar la situación. Lo último que quieren las autoridades islámicas es que las protestas y disturbios aumenten y que los disidentes comiencen a cuestionar al régimen teocrático que ostenta el poder.

La decisión de Khamenei se produjo luego de que Mousavi escribió una carta apelando al Consejo y se reunió el domingo con el ayatolá, que tiene un poder sin límites sobre los asuntos iraníes.

Los tres rivales de Ahmadinejad en los comicios — Mousavi y otros dos — hicieron acusaciones de fraude luego de que los resultados oficiales mostraron al presidente ganando por margen de 2-1.

«Los asuntos deben ser resueltos por un canal oficial», dijo Khamenei, de acuerdo con la televisión estatal. El supremo líder dijo que él ha «insistido en que el Consejo Guardián investigue esa carta».

El día después de la votación, Khamenei había llamado a la nación a unirse en apoyo a Ahmadinejad y dijo que el resultado era una «evaluación divina».

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