Por RICARDO ALONSO-ZALDIVAR
WASHINGTON — Los proyectos de reforma de salud de los demócratas no cumplen la expectativa del presidente Barack Obama de frenar el dañino aumento del gasto, advirtió el jueves la Oficina de Presupuesto del Congreso, que reforzó así los argumentos de los críticos, quienes dicen que el nuevo sistema traerá más problemas financieros.
El director de la oficina, Douglas Elmendorf, divulgó esta estimación mientras los demócratas de la Cámara de Representantes buscaban aprobar en comités de la Cámara Baja un proyecto de ley sin apoyo republicano, y un pequeño grupo de senadores buscaba un acuerdo que tuviera apoyo de ambos partidos.
Los senadores informaron el jueves por la noche que las conversaciones bipartidarias avanzaban con firmeza en la búsqueda de un acuerdo que bajara los costos, pero aún llevaría más tiempo allanar los temas más controvertidos. Esto significaría que no se cumpliría el plan de Obama de que el proyecto se vote en ambas cámaras antes de agosto.
«Creo que sería prudente que el presidente sea paciente y nos dé la oportunidad de trabajar», dijo la senadora republicana Olympia Snowe, de Maine, que participa en las conversaciones organizadas por el presidente del Comité de Finanzas, Max Baucus, demócrata de Montana.
«No creo que nos debamos atener a un calendario que no es realista», dijo Snowe, quien agregó que si el Senado vota el proyecto en septiembre permitiría terminar la ley antes de fin de año.
Baucus dijo que está «bastante confiado» en que el grupo está «progresando mucho» y podría terminar pronto.
Desde el comienzo del debate sobre la reforma, Obama insistió en que ésta tiene que frenar el rápido crecimiento de los costos que amenaza los presupuestos del gobierno, las empresas y las familias.
Sin embargo, ante una pregunta del presidente del Comité del Presupuesto del Senado, Kent Conrad, demócrata de Dakota del Norte, de si la reforma que se está diseñando reduciría los costos, Elmendorf dijo que «la curva se está elevando» con el proyecto en su estado actual.
«En la legislación sobre la que se ha informado, no vemos el tipo de cambios fundamentales que serían necesarios para reducir la trayectoria del gasto federal en salud en un monto significativo», dijo. «Al contrario, la legislación expande en forma significativa la responsabilidad federal sobre los costos del cuidado de la salud».
El funcionario dijo que, aunque la nueva ley no aumentará el déficit federal en los próximos años, los costos a largo plazo seguirán aumentando a un ritmo insostenible.
En parte, la razón es que Obama y la mayoría de los demócratas no aceptan crear un impuesto a los planes de salud más caros. Los economistas concuerdan en que una medida de ese tipo sería un fuerte incentivo para que los individuos y compañías gastaran menos en salud.
Los legisladores buscan elaborar un proyecto de ley que cumpla con la promesa de Obama de reformar el costoso sistema de atención a la salud para abarcar a unos 50 millones de personas que no tienen seguro médico.
(AP)