Resolución sobre Honduras no usa lenguaje duro

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Por NESTOR IKEDA

WASHINGTON (AP) — La resolución que emitirán los cancilleres americanos el martes por la noche renueva la decisión de sus gobiernos de no reconocer a las autoridades impuestas por los golpistas en Honduras, pero se cuida de no apelar a la suspensión ni usar un lenguaje excesivamente duro para no bloquear las posibilidades de una salida negociada, según diplomáticos.

El proyecto, que está armonizado casi en su totalidad, ha sido negociado desde el lunes luego de conocerse la convocatoria de la reunión ministerial hecha el domingo por los embajadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que igualmente se reunieron de urgencia ante el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya ese mismo día.

Los informantes, que hablaron bajo condición de anonimato debido a que no han sido designados como portavoces, hicieron notar sin embargo que la resolución no contenía una suspensión abierta de los derechos y obligaciones de Honduras en el seno de la organización.

El canciller argentino Jorge Taiana, elegido presidente de la reunión ministerial, apuntó en esa dirección al abrir la deliberaciones. Dijo que si las gestiones diplomáticas no tenían éxito, se aplicaría el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana y procedería a «suspender a Honduras en su derecho de participación en la OEA».

Los informantes hicieron notar que la suspensión sería automática en caso de que las nuevas autoridades hondureñas arresten a Zelaya cuando éste llegue a Honduras, posiblemente el jueves, en compañía del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Ecuador, Rafael Correa.

La resolución, agregaron, tienen 16 artículos y pide a las instituciones financieras internacionales un reforzamiento del embargo financiero a Honduras. En la jornada, el Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo anunciaron que estaban reteniendo fondos para Honduras por unos 470 millones de dólares.

El aislamiento internacional del gobierno del presidente Roberto Micheletti, instituido después del derrocamiento de Zelaya, significaría que ninguno de sus representantes podría, por ejemplo, hacer una presentación ante la OEA para dar su versión de los hechos, indicaron los informantes.

Uno de ellos dijo que ésta podría ser una «suspensión de facto» de Honduras, pero hizo notar que en la resolución no existía hasta este punto la palabra suspensión, aunque la versión podría cambiar para cuando los cancilleres tengan en sus manos el texto final.

Zelaya llegó a la sede de la OEA en medio de un lluvia torrencial, procedente de Nueva York, donde intervino ante la asamblea general de las Naciones Unidas.

A la reunión asisten 11 cancilleres de los 34 estados miembros y el presidente derrocado se reunió con ellos más Insulza antes de presentarse en el plenario.

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