El jefe de Cambio Radical oficializó, de paso, su intención de mantenerse en la competencia, independientemente de que el presidente Álvaro Uribe vaya o no por su segunda reelección.
En el Centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, en el centro de Bogotá, y ante más de 2 mil asistentes, el jefe de Cambio Radical dijo que asumía «la dura decisión de comenzar un diálogo formal con la nación colombiana», y que postulaba oficialmente su «nombre como candidato».
En su mensaje dejó clara su posición de ser un continuador de las políticas del presidente Uribe, pero sin Uribe. Dijo que sería un «digno sucesor», que está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias en su defensa de la seguridad democrática, y que jura no dar «¡ni un paso atrás, siempre adelante!».
Pero sobre todo Vargas Lleras fue enfático en enviarle un mensaje al jefe de Estado destacando que sí hay otras personas capaces de mantener y perfeccionar los logros de su gobierno, los cuales «no concluirán el día que (Uribe) salga por la puerta grande de la Casa de Nariño».
«¡Si hay con quien, Presidente, si hay con quién!», exclamó Vargas.
El aspirante presidencial también envió un claro mensaje de que su programa de Gobierno estará ubicado en el centro del espectro ideológico, desechando cualquier forma de radicalismo de izquierda o de derecha.
«Ni los unos ni los otros tienen la razón. Seguir avanzando en el campo de la seguridad y consolidar los enormes logros alcanzados por el Presidente Uribe, no es incompatible con propiciar una profunda transformación social, que garantice la salud, la educación y los servicios básicos?», dijo.
El reconocimiento a Uribe por los logros de su Gobierno no fue obstáculo para que evitara lanzar dardos en materia social.
«Buena parte del esfuerzo presupuestal destinado a los más necesitados no está llegando a ellos», afirmó, mientras asumía el compromiso de ejercer una frontal guerra contra la pobreza.
«Yo seré el comandante en jefe. Seré yo quien repita: Mejor es posible», enfatizó.
Los escenarios de Vargas
El lanzamiento de la candidatura de Vargas Lleras sirvió también para tensar las cuerdas a propósito del respaldo con el que cuenta al interior de su bancada parlamentaria en Cambio Radical.
El representante Fernando Motoa aseguró que este panorama está despejado para su jefe en la Cámara de Representantes, donde «casi la totalidad de sus 18 integrantes acompañan a Vargas Lleras».
En el Senado ha habido un poco de incertidumbre sobre la posición que puedan tomar los 15 miembros de la bancada. No obstante, según lo informo el diario el Tiempo de Colombia, en las últimas semanas varios de los que iban a partir, se han arrepentido.
Con su lanzamiento hoy y el debilitamiento del referendo reeleccionista, Vargas le apuesta a retener a muchos de sus seguidores que amenazaban con engrosar las filas uribistas puras.
Fuentes de Cambio Radical señalaron que tras varios diálogos sostenidos en los últimos días, parlamentarios como Antonio Guerra, Juan Carlos Restrepo y Arturo Char, también se han mostrado inclinados a respaldar a Vargas Lleras.
La decisión de Vargas Lleras de ir hasta el final de la carrera presidencial lo pone ante dos escenarios distintos.
Si el referendo sobrevive, cosa que es cada día menos posible, Vargas se enfrentaría a Uribe en la primera vuelta de mayo 30 de 2010, no con la certeza de ganarle, pero sí de generar un antecedente electoral que lo ubique en la ‘fila india’ para 2014.
Pero su Uribe no se lanza, Vargas le apuesta a configurar una alianza de fuerzas suficiente para pasar de la primera vuelta presidencial.
La entrada formal de Vargas Lleras en la campaña, comienza a modificar el mapa político presidencial de 2010.