WASHINGTON — El multimillonario texano R. Allen Stanford fue acusado formalmente el viernes de crímenes derivados de un plan para defraudar a inversores de 7.000 millones de dólares.
Funcionarios del departamento de Justicia anunciaban luego los cargos contra Stanford y otros cuatro directivos.
Stanford presidía el Stanford Financial Group, un gran imperio bancario que se derrumbó meses atrás.
Los otros cuatro acusados son tres directivos de la firma y un ex regulador bancario de Antigua.
R. Allen Stanford, presidente del consejo de administración del atribulado Stanford Financial Group, se entregó el jueves a un grupo de agentes del FBI en Virginia, dijo el jueves un abogado del multimillonario.
Dick DeGuerin, abogado de Houston, dijo a The Associated Press que Stanford se entregó por la tarde a los agentes aparcados afuera de la residencia donde permanecía el financiero, a quien se vincula con una serie de presuntos fraudes, incluidos numerosos en América Latina.
DeGuerin dijo que Stanford salió caminando y preguntó si los agentes tenían una orden para detenerlo. Les pidió que lo hicieran si la tenían, y añadió que de lo contrario, planeaba volver el viernes a Houston para entregarse.
Un jurado investigador en Houston indaga en las operaciones del Stanford Financial Group. Este año, la Comisión de Valores y Cambio (SEC) presentó cargos civiles, acusando a Stanford y a sus principales ejecutivos de orquestar un fraude de 8.000 millones de dólares al recomendar a los clientes la compra de certificados de depósito del Stanford International Bank, con sede en Antigua.