Londres.- Por Juan Carlos Rincón.- Miguel Angel “Supermán” López triunfó y descontó tiempo al líder Primoz Roglic, ascendió al tercer puesto de la tabla y ganó los €5.000 del premio simbólico Henri Desgrange, que se concede anualmente al ciclista que pasa primero en la cima más alta, el techo del Tour. En esta ocasión fue el inédito y brutal Col de la Loze, a 2.304ms de altura, de nuevo en los Alpes. Es la primera victoria del debutante colombiano en el Tour, quien fue felicitado en el podio por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Es además el segundo año consecutivo en que un colombiano consigue este trofeo especial, después del campeón del Tour 2019, Egan Bernal, quien el año anterior pasó primero en el Col de l’Iseran, a 2.764ms, aún más alto. Definitivamente, Los Alpes son de los colombianos!. De las 22 victorias de los ciclistas nacionales en el Tour de France, 13 se han logrado en los Alpes y serían 14 si la etapa 19 del año pasado en la que Egan asumió el liderato, no hubiera sido terminada en el Col de l’Iseran y declarada sin ganador debido a la interrupción por los deslizamientos de tierra que obligaron a detenerla.
La etapa reina no definió hoy el Tour pero si el podio de los tres mejores de la carrera; Roglic, y los novatos Tadej Pogacar y Miguel Angel López, quienes definirán en las próximas tres fracciones al campeón. La jornada del domingo rumbo a París, es protocolaria. Roglic se muestra muy sólido y difícil de vencer, el portento Pogacar es líder de los jóvenes y de la montaña, y López es un As bajo la manga si las condiciones de carrera juegan en su favor.
El día que había comenzado con la mala noticia del retiro del campeón del Tour, Egan Bernal, debido a dolencias físicas, terminó para el ciclismo colombiano con el triunfo 22 en la historia de la carrera. En su sexta temporada con el equipo kasajo Astana (se vinculó en 2015 después de su triunfo en el Tour del Porvenir en 2014), López consigue su victoria más importante y a los 26 años está a punto de lograr otra hazaña nacional; terminar en el podio de las tres Grandes Vueltas del ciclismo mundial. Sólo Nairo Quintana lo ha conseguido. “Supermán” fue tercero en el Giro d’Italia y en la Vuelta a España en 2018; el mismo puesto que hoy ocupa y parece asegurado por su ventaja de 1’39″ sobre Richie Porte, cuarto. Hace tres días su favoritismo estaba 100/1 en las casas de apuestas británicas, hoy es 16/1.
López, quien hoy debía atacar, lo hizo con decisión a 3.5 kilómetros de la meta y por primera vez venció la resistencia del duo dinámico esloveno, en uno de los finales más emocionantes del Tour en este siglo. Roglic mantuvo el liderato y aumentó a 57″ su diferencia con Pogacar (2°) pero López está ahora a 1’26″ y lo separan 29″ del subcampeonato. El otro colombiano en disputa de los puestos de honor, Rigoberto Urán, descendió del tercer al 6° lugar de la tabla y quedó a 3’24″ de la camiseta amarilla. Entre el cuarto clasificado, el veterano australiano Richie Porte, quien realiza su mejor Tour, y el español Mikel Landa (7°) , hay apenas 22″ de diferencia!. Por su parte, Nairo Quintana, sigue en carrera golpeado y enfermo, y a punta de coraje ocupa un meritorio 15° puesto.
Es entonces momento de volver a celebrar y he abierto uno de los mejores vinos del mundo, un Cru Classé: una botella de Chatêau Pape Clément, un Pessac-Léognan tinto de la extraordinaria cosecha 2015, el año que López comenzó con Astana.
Es un vino demasiado joven y para los expertos he cometido un sacrilegio porque es una botella que normalmente permite una guarda de más de 25 años, pero la ocasión merecía disfrutarla con todo el vigor de su juventud. Siempre he creído que el mejor vino es el que se disfruta con emoción en el momento apropiado; y este lo era. Para lograr su mejor expresión y que aportara lo mejor de sus aromas, lo vertí previamente durante dos horas en un aireador (Decanter) especial, el Conundrum Final Touch que regularmente empleo para oxigenar vinos jóvenes.
Chatêau Pape Clément es un vino ícono de Pessac-Léognan, de la bodega más antigua de Burdeos (celebró 700 años en 2006) como expliqué ayer con motivo de la etapa 16. Es un vino representativo de la excelencia de Burdeos, similar a Miguel Angel López que es representante del mejor ciclismo colombiano y quien además es oriundo del mismo pueblo de Boyacá donde nació mi gran maestro en vinos, mi padre químico, Juan Antonio (q.e.p.d.), quien hoy estaría feliz disfrutando el triunfo de su paisano, al que vio entrenar de niño en las escarpadas montañas de las veredas aledañas a Pesca.
La nobleza de un Gran Vino de Burdeos como Château Pape Clément, se mide desde la fuerza y vitalidad de la juventud mientras evoluciona hacia la magnifica complejidad que desarrolla con el tiempo de guarda. Nuestra cena fue un verdadero deleite y armonizó perfecto con la carne en salsa y las papas rostizadas con que celebramos esta tarde el triunfo de Miguel Angel López. Hubiera sido ideal con cordero, pero las emociones no me dieron tiempo de ir a la carnicería por un buen par de filetes. Tenía que escribir con la alegría de la segunda victoria colombiana en el Tour 2020. Santé!
* Sitio web del Château Pape Clément: www.en.chateau-pape-clement.fr
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Château Pape Clément: Pape Clément es un vino que descubrí en 2002 en Londres con mi gran amigo Pascal Fricard cuando era su representante comercial para Europa. Es uno de los primeros Châteaux que visité en mis periplos anuales en Burdeos y a lo largo de estos años he seguido su increíble desarrollo, he vuelto muchas veces y cenado con su propietario, el dinámico empresario vínicola, Bernard Magrez. Es uno de los vinos que más aprecio. Además de mis visitas profesionales también he llevado grupos de visitantes en los viajes de vinos que organizo regularmente en Burdeos.
Es una bodega con 63 hectáreas (32.5 de viñas, 30 en variedades tintas) ubicada en el corazón de la denominación Pessac-Léognan, en Pessac, una de las aglomeraciones urbanas de la ciudad de Burdeos. Su terreno es privilegiado; una mezcla de suelos de grava arenosa y de arcilla y piedra caliza sobre un subsuelo rico en mineral de hierro. Es un vino poderoso y exótico que conjuga la fuerza de la fruta y las notas minerales y pimentosas que le aportan su terroir (terruño). Un valor seguro, un vino exclusivo de 95 puntos en promedio elaborado con la asesoría del gurú del vino francés Michel Rolland, un vino que consigue la perfección con una mezcla de Cabernet Sauvignon (55%) y Merlot (45%), aunque en ciertas añadas excepcionales incluye más Cabernet (2/3) que le aporta una estructura fenomenal. También produce un vino blanco sublime (45% Sauvignon Blanc, 45% Semillon y 10% Muscadelle) que es de los pocos que ha conseguido la calificación perfecta de 100 puntos del gran experto mundial estadounidense Robert Parker. Del Gran Vino tinto se producen anualmente 84.000 botellas y del blanco apenas 7.000. Sus precios son igualmente exclusivos: €100 el tinto 2015 y en promedio €125 los blancos.
Tomado del Blog «Mi Rincón», de nuestro colaborador habitual Juan Carlos Rincón (www.blog.rincondecata.com)