WASHINGTON — El intento fallido del presidente estadounidense Barack Obama de llevar las Olimpíadas a Chicago puede haber costado un poco más que un ego lastimado.
Los contribuyentes probablemente pagaron un millón de dólares o más para que Obama, su esposa y otros volaran a Copenhague a tratar de convencer al Comité Olímpico Internacional.
Un estudio del Congreso en el 2006 fijó el costo de usar el avión presidencial en 56.518 dólares por hora. Pero el Pentágono dijo hace poco que usar el Boeing 747 remodelado costaba 100.219 dólares por hora, en un análisis que incluyó otros costos, como el mantenimiento.
A ese precio, el viaje de 14 horas de ida y vuelta a Copenhague costó entre 790.000 y 1.400.000 dólares.
Sin embargo, los viajes del presidente demandan gastos adicionales, sobre todo en seguridad y equipamiento. Además, la primera dama Michelle Obama y algunos funcionarios fueron a Copenhague por adelantado, también por cuenta del erario.
El viaje no estuvo dedicado en exclusiva a la candidatura olímpica. Además, Obama pasó 25 minutos en conferencia con el general del Ejército Stanley McChrystal, el comandante de las tropas de su país en Afganistán. McChrystal estuvo en Londres para dar un discurso e hizo el viaje relativamente corto a Dinamarca para reunirse con él.
Agencia AP.
