10 años de la muerte del interprete de ¨Zapatos de pom pom¨

0
2341

Bogotá – Por Guillermo Romero Salamanca – Es posible que también haya tenido un chifonier, hubiera usado un télex para enviar sus mensajes, usara perfumes como Madame Rochas, Arpege o Diorissimo, se peinara con Glostora, hubiese montado en berlinas y comiera en Cream Helado.

A mediados de los 60 el mundo quería rebeldía. Los jóvenes veían como líderes a Castro y al Che, otros querían cantar todas las canciones de The Beatles, miraban con simpatía todo lo que ocurría en el verano francés, discutían sobre los hechos en la Guerra de Vietnam y en Colombia se rieran por las ocurrencias de Guillermo León Valencia, quien dirigía el país en ese momento.

Valencia era un tipo chistosísimo. En una oportunidad, por ejemplo, un reportero quiso entrevistarlo y le acercaba demasiado la grabadora y entonces el mandatario le comentó: “¿usted me quiere sacar una declaración o me quiere sacar las amígdalas?

 

 

Uno de los famosos gorilas le preguntó: “Doctor Valencia … ¿Por qué no le declaramos la guerra a los Estados Unidos?”. Y Guillermo León respondió de inmediato: “¿Y qué hacemos si ganamos?”.

Los jóvenes colombianos escuchaban música en radio de Amplitud Modulada y en algunas casas tenían tocadiscos. La influencia del rock ocasionó que los acomodados armaran grupos como “Los Speakers” y los de menos condición se gozaran “El Very Very well” y “El twist de la gallina”.

En medio de esa algarabía surgió El Club del Clan y una de sus estrellas fue Óscar Hernán Osorio Jiménez, un quindiano a quien Harold le dio sus primeras canciones para que imitara al mexicano Enrique Guzmán. El nombre se lo acomodaron y lo dejaron simplemente como Óscar Golden, como parte de la herencia de su padrastro, Bension Goldenberg.

¡Quién dijo miedo! El “sardino” –como se le decía en esa época a los jóvenes– tenía escasos 20 años y era un tumbalocas, —léase galán, conquistador–, impresionante.

Gonzalo Navas Cadena, conocido como Pablus Gallinazus le dio el primer gran tema “Boca de Chicle”. Cuando sonaba “Que sea mi cuerpo alegre carrilera, por la que corran tus manitas frías, que pasen palmo a palmo, por mi tierra, hasta que se confundan con las mías”, se enloquecían sus seguidoras de su natal Valle del Cauca y en las capitales departamentales.

 

Después vendrían otros éxitos como Zapatos de pom pomEl romance del cacique y la cautivaBoca de ChicleEmbriágameIdeas cortas Cabellos largosSol en el andén y Contigo porque te quiero.

Dominó el escenario musical por más de 30 años. Estuvo en los grandes programas de televisión y en conciertos por todo el país.

El 29 de julio del 2008 el país cincuentón conoció la noticia de su fallecimiento en Bogotá en la clínica El Country –en la calle 85 con 15—víctima de un cáncer de hígado y páncreas. Decenas de sus seguidores le acompañaron en la funeraria Cristo Rey y dos días después sus cenizas fueron arrojadas a la represa del Sisga, cerca de la casa de Armando Plata Camacho, su gran amigo.

 

Dejar respuesta