Arias en frenético esfuerzo por Honduras

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SAN JOSE — El presidente costarricense Oscar Arias mantenía el martes intensos contactos diplomáticos en un esfuerzo de último momento por salvar el diálogo hondureño, antes de que concluya el miércoles el plazo de 72 horas que solicitó para encontrar una salida a la crisis en esa nación.

La ministra de Comunicaciones, Mayi Antillón, dijo el martes que dejaron libres los primeros días de la semana con el fin de «darle mayor disposición de tiempo (a Arias) para todos los contactos nacionales e internacionales que está haciendo en miras a ayudarle a Honduras».

Informó que es probable la divulgación de un nuevo plan que sería discutido por las partes que representan al derrocado mandatario Manuel Zelaya y al presidente designado por el gobierno de facto, Roberto Micheletti.

«El presidente (Arias) ha pedido alivianar su agenda entre martes y miércoles para hacer todos los esfuerzos y esperamos el miércoles, en algún momento, hacer el llamado que corresponda de acuerdo a lo que haya podido avanzar el presidente», dijo Antillón a radio Monumental.

Mientras tanto, Zelaya dijo en Managua que envió una carta al presidente estadounidense Barack Obama «para pedirle que arrecie sus medidas de restricciones económicas, ya directamente contra los que conspiraron y efectuaron el golpe con nombres propios».

Al mismo tiempo anunció que al vencerse el plazo de las 72 horas dado por el mediador, «hemos tomado la decisión de regresar a Honduras con el fin de buscar soluciones. Un retorno pacífico amparado en el derecho que tenemos de resistir la opresión».

«Voy a reunirme al pueblo hondureño para resistir al régimen represivo que afecta al pueblo hondureño y la economía del país. Mi retorno es legítimo», afirmó en conferencia de prensa en la embajada de Honduras.

Invitó a los periodistas a acompañarlo, pero dijo que no daría «detalles de cómo, porque son estrategias que tengo que tomar».

«Les voy a dar hora y forma en su momento», prometió.

Zelaya responsabilizo al jefe del ejército hondureño, Romeo Vázquez Velázquez, «de cualquier cosa que me pueda pasar, incluso de mi asesinato».

Al preguntársele sobre si su retorno pudiera causar un derramamiento de sangre, Zelaya dijo que la «violencia ya existe».

La agenda oficial de Arias incorporó actividades apenas el miércoles, cuando se realizará el habitual encuentro semanal del gabinete, luego del cual el mandatario firmará una nueva ley contra la delincuencia organizada. Se espera que el gobernante y premio Nobel de la Paz 1987 revele entonces sus intenciones.

Las partes han mantenido cuatro encuentros: el 9 y 10 de julio, seguido de otras dos citas el 18 y 19 del mismo mes.

No obstante, el domingo la delegación de Micheletti rechazó el plan de siete puntos presentado por el gobernante costarricense, al calificarlo como «inaceptable». El rechazo se concentra principalmente en el primer punto que estipulaba el retorno de Zelaya al poder.

Como parte de la ofensiva diplomática de Arias, el lunes su canciller Bruno Stagno estuvo reunido en Panamá con delegados de Micheletti. Esa nación incluso se ofreció como sede alternativa para otras posibles citas de negociaciones.

El canciller de Panamá, Juan Carlos Varela, detalló el martes que la reunión fue una «conversación directa con los poderes constituidos (de Honduras), lo que es el Congreso y la parte de la Corte Suprema» y que son afines a Michelleti.

Varela no quiso adelantar resultados, pero comentó que «me siento optimista, sentí una delegación preocupada por su país, en una representación amplia de los partidos políticos, ejército, Corte Suprema y Congreso… guardo la esperanza de que esto va a tener un final feliz, pero tengo que pedir la prudencia a ambas partes».

Mientras Arias lleva adelante sus gestiones, Estados Unidos, la Unión Europea y varias naciones latinoamericanas subieron el tono a su presión al gobierno de facto, que insiste en defender el golpe de Estado del 28 de junio, cuando sacaron a Zelaya de su casa y, en pijamas, lo trasladaron a Costa Rica.

Por otro lado, en San José se reunieron el martes los ministros centroamericanos de Comercio Exterior, con excepción del de Honduras, para evaluar la situación y tomar decisiones sobre cómo avanzarán en la agenda comercial sin la participación, por el momento, de los hondureños.

El ministro costarricense Marco Vinicio Ruiz señaló que en la cita no hablaron sobre posibles nuevas sanciones a Honduras, luego del cierre de fronteras por 48 horas realizado por Guatemala, El Salvador y Nicaragua a principios de julio, tras explicar que esa es una decisión meramente en la competencia de los presidentes.

Sin embargo, confirmó que, en el caso de las negociaciones con la Unión Europea, si de aquí a septiembre que se reanudarán las rondas no se ha solucionado el conflicto hondureño, el resto de la región continuará las pláticas sin esa nación, con la esperanza de que luego pueda incorporarse al acuerdo comercial.

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