Boyacá Chicó, eliminado de la Copa Libertadores tras perder 3-0 con Gremio de Porto Alegre

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El equipo boyacense de colombia quedó con 9 puntos, uno menos que Universidad de Chile, que clasificó de segundo. Colombia no quedaba fuera en la fase de grupos desde 1984, hace 25 años.

Ni Boyacá Chicó hizo méritos en el último partido para clasificar a los octavos de final de la Copa Santander Libertadores, ni tampoco le ayudó el resultado del otro partido que cerró el Grupo 7 del torneo, en el que Universidad de Chile venció 1-2 a Aurora.

La goleada 3-0 en el estadio Olímpico de Porto Alegre enterró al equipo que dirige Alberto Gamero. Desde 1984, cuando América y Junior no avanzaron, Colombia no quedaba eliminada en la fase de grupos del certamen.

Del partido no hay mucho que decir. Chicó no pudo soportar la presión de un estadio lleno y volvió a sucumbir frente a un equipo infinitamente superior. A los 13 minutos ya perdía 1-0, cuando Souza metió un remate desde afuera del área con el borde externo del pie derecho y cogió muy mal parado al portero Edigson Velásquez. En ese mismo momento, pero en Cochabamba, Marco Estrada ponía en ventaja a la Universidad de Chile y le daba la clasificación.

Cinco minutos después, el mismo Souza recibió un pase largo, anticipó a Ormedis Madera y metió un tiro cruzado al que ‘Prono’ no le puso las manos con convicción. Era el 2-0 para los brasileños. Solo un milagro en Bolivia podía salvar al Chicó, que no tuvo ni fútbol ni reacción.

Y el milagro alcanzó a asomarse. Iban 25 minutos en el estadio Félix Capriles cuando Derlis Paredes empató el partido. Ese 1-1 volvía a montar a Chicó en el segundo lugar de la tabla, con los nueve puntos que había obtenido en los partidos anteriores. Los chilenos quedaban con solo ocho. Ni siquiera ese impulso anímico sirvió para enderezar el rumbo de un partido que se torció muy temprano en contra de los colombianos.

Gremio, empecinado no solo en terminar de primero en el Grupo 7, sino también en quedar con el mayor número de puntos para enfrentar al más débil y cerrar como local en todas las fases subsiguientes de la Copa, amplió el marcador a los 29 minutos, con una anotación de Leo.

Tanto el juego en Porto Alegre como el de Cochabamba se desarrollaron a partir de ese momento con mucha tranquilidad. En Brasil, Gremio le bajó el ritmo al partido y dejó que Boyacá Chicó pusiera en evidencia su falta de profundidad. En Bolivia, los chilenos atacaban con paciencia a la espera de una oportunidad para cambiar la historia a su favor.

El único momento de zozobra fue a los seis minutos del segundo tiempo, cuando Wiston Girón fue derribado en el área de Gremio. El árbitro Jorge Larrionda sancionó la pena máxima y el argentino Miguel Caneo la desperdició: había metido inicialmente el gol, pero el juez ordenó repetir el cobro por invasión de área.

Los dos relojes corrían simultáneamente y el milagro parecía convertirse en realidad para Colombia, pero en el minuto 28 de la segunda etapa, Juan González le metió la cabeza a un tiro de esquina cobrado por Sebastián Pardo y anotó el 1-2 definitivo, que enterró a Aurora y de paso al Chicó. Colombia cerró así una de sus más pobres actuaciones en la Libertadores.

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