Por NEKESA MUMBI MOODY y DERRIK J. LANG
LOS ANGELES — Michael Jackson, el impresionante niño prodigio que llegó a convertirse en el «Rey del Pop» sólo para caer de la cima en una serie de extraños escándalos, falleció el jueves. Tenía 50 años.
Jackson murió en el Centro Médico de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA, según sus siglas en inglés). Ed Winter, subdirector forense del condado de Los Angeles, confirmó que su oficina recibió notificación del deceso y manejaría la investigación.
Las circunstancias de la muerte de Jackson no estuvieron claras de inmediato. Jackson no estaba respirando cuando paramédicos del Departamento de Bomberos de Los Angeles respondieron una llamada de su casa de Los Angeles alrededor de las 12:30 p.m., dijo el capitán de bomberos Steve Ruda al Los Angeles Times. Los paramédicos intentaron resucitarlo y lo trasladaron al hospital.
La muerte de Jackson puso fin a una prolongada, extraña y a veces trágica caída del estrellato que disfrutó en la década de 1980, cuando era el artista más completo de la música popular, capaz de unir la música de negros y de blancos y de romper las barreras raciales en MTV, dominando las listas de popularidad y deslumbrando aún más en los escenarios.
Su álbum «Thriller» de 1982, que incluyó los superéxitos «Beat It», «Billie Jean» y «Thriller», es el disco mejor vendido de todos los tiempos, con unas 50 millones de copias a nivel mundial.
El público lo conoció a finales de los 60, como el niño precoz al frente de los Jackson 5, el quinteto musical que integró con sus cuatro hermanos mayores. Sus No. 1 incluyeron «I Want You Back», «ABC» y «I’ll Be There».
Fue quizás el artista más emocionante de su generación, conocido por sus pasos de baile frenéticos en los que se agarraba la ingle y su voz aguda salpicada de chillidos y risitas. Un único guante le lentejuelas, una ajustada chaqueta estilo militar y lentes oscuros de aviador lo distinguieron, pero no más que sus constantes cambios físicos a través de varias cirugías.
«Que Michael nos haya sido arrebatado así, tan abruptamente y tan joven, simplemente no tengo palabras», dijo Quincy Jones, quien produjo «Thriller». «El fue el artista consumado y sus contribuciones y legado se sentirán en el mundo por siempre. He perdido hoy a mi hermanito, y parte de mi alma se ha ido con él».
Para algunos Jackson está a la par de Elvis Presley y los Beatles como mayores fenómenos pop de la historia. Curiosamente, dos de los apellidos más famosos del mundo de la música se combinaron brevemente en la década de 1990, cuando Jackson se casó con la hija de Elvis, Lisa Marie Presley.
Con el paso de los años, Jackson se volvió una figura cada vez más rara; un hombre-niño de mediana edad desconectado de la vida adulta. Se le aclaró la piel, tenía la nariz más angosta y hablaba con una voz entrecortada, como de niña. Se rodeaba de niños en su rancho de Neverland, usaba mascarillas contra gérmenes cuando viajaba y mantenía un chimpancé llamado Bubbles como uno de sus compañeros más cercanos.
«Me parecía que su esencia interna estaba en guerra con las normas del mundo. Es como si tratara de desafiar la gravedad», dijo Michael Levine, un publicista de Hollywood que representó a Jackson a principios de los 90. Llamó a Jackson un «discípulo de P.T. Barnum», famoso empresario y artista cirsence, y dijo que Jackson parecía frágil de momentos pero era «mucho más astuto y hábil sobre la industria que cualquier otra persona que conocí».
Jackson causó furor en el 2002 cuando a modo de juego sostuvo a su bebé Prince Michael II fuera de la ventana de un hotel en Berlín mientras una multitud de fans miraban desde abajo.
En el 2005 fue absuelto de cargos de abuso sexual contra un niño de 13 años sobreviviente de cáncer. Se llegó a decir que Jackson sedujo al joven con licor y que lo manoseó, y también se le acusó de comportamiento inapropiado con otros niños.
El caso siguió a años de rumores sobre la relación de Jackson con los pequeños. En un documental para televisión, el cantante reconoció haber compartido su cama con niños en lo que describió como acto dulce, para nada sexual.
Pese a que lo exoneraron, su imagen pública nunca se recuperó y su afán por los grandes gastos lo fue dejando sin dinero.
Jackson se preparaba para lo que sería su más espectacular regreso: tenía previsto ofrecer una cifra sin precedentes de 50 conciertos en un estadio de Londres a partir del 13 de julio. Estaba ensayando en Los Angeles para el gran espectáculo que capturaría su clásica magia: pasos de baile espectaculares, escenografía elaborada y ritmos vibrantes.
La cantante Dionne Warwick dijo: «Michael fue un amigo y sin duda uno de los más grandes artistas del mundo con quien afortunadamente tuve el placer de trabajar … Hemos perdido a un ícono en nuestra industria».
Cientos de personas se congregaron fuera del hospital al difundirse la noticia de su muerte. La entrada de emergencia al Centro Médico de la UCLA, que queda cerca de la casa que Jackson tenía alquilada, fue acordonada por la policía.
«Damas y caballeros, Michael Jackson acaba de morir», dijo una mujer que subía a un autobús en Manhattan, poco después de anunciarse la noticia. De inmediato muchos viajeros buscaron sus teléfonos celulares.
Fue tanta la gente que quiso confirmar los primeros reportes del deceso de Jackson que las computadoras de los operadores de noticias de Google interpretaron la ráfaga de búsquedas de «Michael Jackson» como un ataque automatizado que duró una media hora la tarde del jueves.
En el Times Square de Nueva York, la multitud emitió un sombrío gemido cuando una pantalla anunció que Jackson había muerto y la gente empezó a llamar a sus amigos para darles la noticia.
«No es broma. El Rey del Pop no está», Michael Harris, neoyorquino de 36 años, leyó de un mensaje de texto que un amigo le envió desde su teléfono. «Es como cuando asesinaron a (John F.) Kennedy. Siempre recordaré que estaba en Times Square cuando Michael Jackson murió».
Agencia AP.