Por EVA VERGARA
SANTIAGO DE CHILE — Sebastián Piñera, un multimillonario derechista, dueño de un canal de televisión y de una de las aerolíneas más pujantes de la región, se convirtió el domingo en el primer presidente derechista elegido democráticamente en 52 años.
Economista con un doctorado en Harvard, logró en su cuarto intento una de las pocas cosas que no había alcanzado en la vida, en donde se ha hecho fama de emprendedor agresivo: la presidencia.
Es hiperáctivo, habla muy rápido, pilotea su propio helicóptero y tiene planes de hacer navegable el río Mapocho, que atraviesa Santiago. Posee una isla en los canales australes, donde llegan a alimentarse las gigantescas ballenas azules en extinción y práctica deportes como el parapente, buceo y canotaje en los rápidos.
El magnate representa a la Coalición por el Cambio, integrada por la ultraderechista Unión Demócrata Independiente y de la derechista Renovación Nacional (RN), que apoyaron férreamente a la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), que dejó un saldo oficial de 3.065 opositores muertos.
Su programa incluye crear un millón de empleos, privatizar el 20% de la mayor productora mundial de cobre, sacar 10.000 nuevos policías a la calle, impulsar las energías renovables, mejorar la educación pública e incrementar el crecimiento económico.
Ha afirmado que introducirá derechos legales para las parejas homosexuales aunque rechaza su matrimonio y que puedan adoptar; rechaza el aborto y la eutanasia, aunque acepta la píldora del día después.
En materia internacional, Piñera afirma que se opone a cualquier concesión a Bolivia, que perdió su acceso soberano al mar en una guerra con Chile en el siglo XIX y anticipó que defenderá la jurisdicción terrestre y marítima sobre las que Chile ejerce soberanía desde hace 60 años y que ahora le disputa Perú.
Del presidente venezolano Hugo Chávez opina que tiene actitudes autoritarias y a Cuba la califica abiertamente de dictadura.
En el último debate con su adversario oficialista Eduardo Frei, Piñera admitió que «parte de mi sector (político) cometió errores», que no hizo nada y que negó las violaciones a los derechos humanos hasta el 2000, cuando el ejército las reconoció.
Piñera, militante de RN, reveló recientemente que supo desde el principio de las violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar, por lo que se opuso a que Pinochet siguiera en el poder ocho años más, en el plebiscito de 1988 y reconoció que «pude haber hecho más».
En una reunión secreta con unos 700 militares retirados, que trascendió por varios de los presentes, les dijo que era partidario de que se aplique la prescripción a los que no están condenados por abusos a los derechos humanos.
Piñera había hecho un primer intento por llegar a La Moneda, el palacio presidencial, pero fue derrotado por Michelle Bachelet quien lo aventajó por 7 puntos porcentuales en la segunda ronda de 2006.
En la época en que la oposición a Pinochet protestaba contra el régimen militar, Piñera se dedicó a amasar su fortuna en los sectores de tarjetas de crédito e inmobiliario.
Posee un 26% de las acciones de la aerolínea Lan, aunque prometió que las vendería antes de asumir la presidencia en marzo. Su participación en esa empresa le valió en 2007 una multa de 730.000 dólares por haber comprado acciones en un momento en que él conocía con anticipación los resultados financieros de la aerolínea. También Estados Unidos lo multó por elevar los precios de la carga aérea.
Piñera es dueño, aunque no hincha, del más popular equipo de fútbol Colo Colo.
En abril delegó en algunas administradoras de fondos de pensiones y carteras de terceros sus intereses accionarios en decenas de sociedades y conservó algunas sociedades cerradas e inversiones en el extranjero.
(AP)
